Leo

A ver Leo, Leín, quiero que lo sepas: nunca tuve nada contra tí, sé que eras el perro ideal para mí, guapo, listo, bueno, joven, con "pedigrí" incluso, pero es que "el corazón tiene razones que la razón no entiende". No pudo ser... si no surge la chispa, pues no hay nada que hacer..., por mucho que lo intentasen tu dueña y la mía...

Vamos a ver, a mí me van más otros perros, digamos de la calle. Sí, esos con patas demasiado cortas, o con cuerpo muy largo, con poco cuello o demasiada cabeza, con orejas muy grandes, a veces solo una, y con una multitud de colores de pelo en una distribución anárquica. Esos de pelo corto por un lado, largo por otro, que mezclan muchos estilos en uno, pero no tienen uno propio. Esos de mil padres, o "mil-leches", con poca clase, pero mucha vida... Callejeros?? No, digamos eclécticos...
Aunque si soy sincera, desde que me operaron salvajemente de los "bajos", se esfumaron los instintos sexuales. Casi prefiero el queso..., o el chocolate...  Aunque de lo de mis antecedentes quirúrgicos, ya hablaremos otro día...

Por otro lado Leo, a mí no me gusta jugar!!!. Queda claro??? No necesito pelotas, que recoges y te vuelven a lanzar en un intercambio eterno, y desigual, que lleva a un desgaste físico totalmente estéril.... Ni tampoco juguetes absurdos que provocan un ruido atronador cuando los muerdes.
No necesito jugar para entretenerme, disfruto de mi propio mundo interior. A ver, que no te parezca mal, te tengo cariño, pero yo estoy por encima de esas cosas.... Sí, sé que suena un poco prepotente, pero es que a veces no me siento como vosotros, los perros quiero decir....

En fín Leo, no te merecías este trato, pero nunca quise fingir....y al menos mereces una explicación..
Espero que lo entiendas..

Quizá en otra vida....
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